
El retelling, literalmente, es «volver a explicar».
Contar historias es inherente al ser humano.
Hace más de 43.000 años, en las cuevas de las paredes se pintaban escenas, que explicaban una historia, aunque fuera una tan simple como una cacería.
Se dice que por aquel entonces, nuestros ancestros ya eran capaces de interpretar historias de ficción e incluso tenían pensamiento mágico.
Con esto pretendo poner en contexto la idea de que pasar historias de boca en boca es tan antiguo como el origen del mundo.
Qué es un retelling
Es una historia de sobras conocida por todo el mundo explicada desde otro punto de vista pero que cuenta con los mismos elementos que la original.
Por ejemplo, ¿te has preguntado alguna vez qué ocurriría si Cenicienta viviera en Manhattan y en vez de deshollinar chimeneas se dedicara a limpiar oficinas? Yo no, me lo acabo de inventar, pero si a alguien se le ocurriera una idea como esa (espero que no, porque es mala de “cojines”) y la llevara a una novela, habría escrito un retelling.
Algunas recomendaciones de retellings
En Hollywood es tan habitual este tipo de recurso que esto podría ser un superpost porque tendría material para confeccionar una lista tan extensa que no acabaría nunca, pero me apetece mentar a dos autoras que sí he leído y puedo hablar de ello con conocimiento de causa.
Un ejemplo claro es la autora de la colección «Princesas Valientes» Rachel Bels, de la que te hablé en este artículo.
Rachel basa su obra en los cuentos clásicos de Disney. En su catálogo de novelas cuenta con tres de ellos:
La trilogía «Tiger rose», fundamentada en el clásico «La Bella y la Bestia»; la bilogía «Ariel» inspirada en «La sirenita»; y «Cenicienta no pertenece a nadie», que no hace falta que te aclare nada al respecto, ¿verdad?
Como ya he comentado antes, no hace falta irnos a los cuentos populares de los hermanos Grimm. Existen retellings de novelas románticas mucho más próximas a nuestra época.
Una de las autoras más retellingadas (me encanta inventarme palabros), es Jane Austen por excelencia.
Desde películas como «Clueless», protagonizada por Alicia Silverstone y el hoy aclamado Ant-man, que está basada en su obra «Emma», hasta la autora Anna Casanovas con su libro «Buenas intenciones», que está inspirado en «Persuasión».
Pero, como bien explica Anna en este capítulo del podcast de «El escritor emprendedor», su novela no acaba de ser un retelling, o es otro tipo menos habitual.
Si quieres saber por qué, te recomiendo que te escuches ese episodio del podcast porque además habla de señoros, y eso siempre es magia para mis oídos.
¿Se puede considerar medio plagio?
Habrá detractores, pero yo siempre estaré a favor de coger una historia y remodelarla a nuestro placer para ofrecer un mismo producto pero mejorado.
¡Ojo! ¡Mejorado! Considero que esto es como versionar canciones, que hay verdaderas maravillas por el mundo, pero también verdaderos destrozos.
Porque como buena romántica que eres sabes que la aclamada trilogía, aunque de dudosa calidad «50 sombras» está basada en «Crepúsculo», ¿verdad?
Y con este claro ejemplo de cómo no hacer un retelling, me despido por hoy.
Si eres de las que pasan de los retellings y a ti te van historias que fluyan solas, te recomiendo mi primera y última novela de momento (amenazo con volver) Amor a primera viña.