
El proceso de escritura es como un trasero: cada escritora tiene el suyo.
Y cuanto antes abraces la idea de que es un proceso caótico, mejor para ti. Porque eso de volver al inicio de lo que has escrito, borrar párrafos enteros, reescribir y más tarde desordenarlos para replantear tu texto, es lo más natural del mundo.
No sé si has oído hablar de la teoría de las cuatro fases de la que es autora Betty Sue Flowers, escritora de chorrocientos libros, profesora de universidad y eminencia en general. (No me entretengo más con su currículum porque imagino que no se encuentra entre tus planes contratarla).
Esta mujer asegura que hay un proceso de escritura que evita caer en esos tropiezos con los que a veces nos topamos al escribir, como por ejemplo:
- El síndrome de la impostora.
- El bloqueo de la escritora.
- La muerte por infoxicación y empacho por documentación.
De momento, la promesa pinta muy bien. Vamos a desgranar un poquito de qué va la historia.
Proceso de escritura en cuatro fases
Vale, pinta bien, pero hay que saber ejecutarlo.
Según el método de Betty Sue (la tuteo porque seguro que ella lo prefiere así, se la ve enrollada), debes que escribir tus textos adoptando cuatro personalidades diferentes: la loca, la arquitecta, la carpintera y la jueza.
Único requisito: nunca las solapes. Es decir, que si eres loca, solo eres loca. Y no debes de permitirle la entrada a otra personalidad hasta que la loca deje de poseerte.
Porque este método funciona solo cuando eres capaz de adoptar una sola personalidad a la vez y en el orden correcto.
Fase 1: sé la loca
Esta primera fase del proceso se debe llevar a cabo como una demente. Es la conocida etapa de la «lluvia de ideas» y del primer borrador.
Yo la he llamado toda la vida “vomitar ideas”, pero Betty Sue es mucho más fina que yo.
¿Qué ocurre cuando escribimos de esta forma demencial? Que al no juzgarnos, al no tener en cuenta forma, ortografía o reglas, logramos dar con ideas brillantes.
Cuando no nos juzgamos a nosotras mismas la creatividad fluye de forma libre y a raudales, que es la intención en esta etapa.
Todo vale.
Es el momento de escribir hojas y hojas.
Fase 2: cuando la loca se marcha, entra la arquitecta
En esta etapa del proceso de escritura serás una arquitecta y de lo único que debes ocuparte es de dar con lo más interesante que te dejó anotado la loca y hacer un plano.
Es el momento de coger los grandes bloques de texto y ordenarlos de forma coherente. No te fijes en la ortografía ni en cosas pequeñas.
La arquitecta se ocupa de agrupar todos esos párrafos que tienen la misma naturaleza y ordenarlos. La arquitecta no se preocupa de poner las flores alrededor de la casa, sino que decide dónde se va a construir la cocina y dónde el salón.
Muy bien, ya tenemos idea y forma. Vamos a por el siguiente paso.
Fase 3: da los buenos días a la carpintera
¡Por fin! Ya ha llegado, el momento tan esperado. Ya puedes poner a dormir a la arquitecta y darle a las teclas con las ideas más claras y ordenadas.
Siendo la carpintera ya puedes ponerte a construir la base de tu texto.
Hay gente que disfruta la etapa de la loca muchísimo, el periodo de documentación.
A mí no me gusta porque suelo morir por intoxicación de ideas y me cuesta luego ordenarlas y, sobre todo, desecharlas. Siempre pienso que nunca más voy a tener una buena idea y sufro una especie de Diógenes ideático. Pero seguro que a ti no te pasa, porque tú eres normal.
En la fase de carpintera, cuando ya tengo claro qué es lo que quiero explicar y cómo… ¡Buah! ¡Es mi momentazo! Ahí empieza la magia y el confort.
Fase 4: saca la jueza a pasear
Y por último, te toca ser jueza.
Cuando la carpintera ha dejado todo escrito y pulido, entra la jueza a revisar ortografía, gramática, que el vocabulario sea el correcto y que tu texto tenga el tono que quieres o que necesita.
Y una vez tu texto ha pasado por todas las profesionales que hay en ti, sí podrás emitir un juicio y una sentencia. Cuando ya lo tengas finiquitado será cuando ese juicio sea relevante. No se puede juzgar un texto sin terminar y al que ni siquiera has sacado brillo.
Proceso de escritura en 4 fases, ¿sí o no?
La verdad es que tiene todo el sentido del mundo y seguro que es muy efectivo a la hora de acabar con bloqueos y síndromes indeseables.
Javi Prieto, el mejor profe de canto que he tenido nunca, siempre explica que «si intentas linealizar algo creativo, matas la creatividad».
Nuestro cerebro es caos, la vida misma lo es. Y nosotras pretendemos escribir algo que suene bonito y parezca terminado desde el minuto cero, todo ordenadito y bien majo. ¿Pero te das cuenta de que eso no tiene sentido?
Vamos, que solo nos falta peinar y perfumar el texto, porque si no lo vemos así, lo desechamos. Nos decimos que menuda porquería hemos escrito. No es que sea una chusta, es que igual lo tienes en chándal. Colócale el traje de CEO y ya me cuentas si todavía le haces ascos.
Así que, de acuerdo con lo que aseguran Betty Sue y Javi Prieto, lo mejor que le puede ocurrir a tu novela es que vivas el proceso de escritura como una loca sin criterio.
Y estoy convencida que al principio es complicado deshacerse de la jueza cuando la loca está currando, pero también creo con firmeza que es cuestión de práctica y que puedes acabar por domar a cada una de ellas y usarlas a tu antojo evitando que una moleste a la otra.
¿Qué? ¿Te atreves a poner este proceso en práctica?
Creo que yo lo haré para mi tercera novela. Aunque con la primera que escribí seguí un proceso muy caótico y no ha ido tan mal.
4 comentarios en «Proceso de escritura: sé una loca, una arquitecta, una carpintera y una jueza.»
Muchas gracias por el articulo, Bea! La verdad es que a cuenta de mi perfeccionismo siempre intento mirar lo que escribo con ojo crítico, pero me frena muchísimo.
Siguiendo este consejo llevo dos días con mucha más productividad. No es fácil, pero tampoco imposible.
“Solo nos falta peinar y perfumar el texto, porque si no lo vemos así, lo desechamos. Nos decimos que menuda porquería hemos escrito. No es que sea una chusta, es que igual lo tienes en chándal. Colócale el traje de CEO y ya me cuentas si todavía le haces ascos”. Una reflexión estupenda, porque justo es así… Gracias!
¡Hola, Maca! Como dices, mirar el texto con ojos de jueza no nos deja avanzar. Hay un momento para cada cosa, si no, no terminamos nunca. Un besote y gracias por dejarme tus comentarios, me hace mucha ilusión.
Gracias, Bea. Cuanta más teoría, más difícil se me hace la práctica. Hay tantos consejos que cada día me siento ante el ordenador y pienso en qué será lo mejor para quedar satisfecha con lo escrito. Caos por aquí, caos por allá. De nuevo gracias!
Lo mejor es lo que te funciona. Se trata de ir probando hasta que das con tu propio funcionamiento ideal. Esto es solo una sugerencia, hay gente que es incapaz de hacerlo así. Gracias a ti por pasarte <3