Hoy te traigo un temazo: palabras para vender.
Cuando empecé con esto del copywriting hace dos días, como quien dice, recuerdo que todo me sonaba a hebreo antiguo.
Yo era de las incrédulas. ¿Cómo podía ser que una palabra tuviera más poder que otra sobre un cerebro?
No es que lo viera descabellado, pero sí un poco «místico», como rezarle a un Dios. Pensaba que quizás algunas palabras funcionaran mejor que otras, pero que probablemente la diferencia era irrisoria.
Pero como buena estudiante, me metí de lleno con una fe ciega. Yo no sabía nada de lo que me estaban enseñando, así que solo me quedaba aceptar lo que me decían.
No quiero sonar como Thanos, pero el señor extraterrestre tiene razón: somos demasiados; así que de alguna forma debemos destacar para que nuestro libro sea lo suficientemente apetecible como para que nos quieran dar una oportunidad.
El poder de las palabras para vender
No sé si te has fijado en que mi propuesta de valor es «Textos que encienden emociones». Por supuesto, no engaño a nadie, en ningún momento hablo de que esas emociones sean buenas.
Y es que hay dos verdades neurológicas:
- Las palabras crean reacciones.
- La parte que rige nuestro subconsciente es capaz de procesar 400.000 bits de información por segundo y solo 50 bits son del consciente.
¿Qué quiere decir eso? Que las personas tomamos decisiones desde el inconsciente y si nos encienden según qué emociones hacemos un «shut up and take my money» sin pestañear.
¿Estoy exagerando? Sí y no.
Me explico.
El poder del copywriting y el neuromarketing funciona, pero tampoco es polvo de hadas, ¿vale?
Pongamos por ejemplo que para promocionar una correa de perro utilizan neuromarketing del bueno, copywriting, lo publicitan hasta en la sopa que te comes por la noche y la campaña es brutalísima.
Y tú la ves y piensan: «Válgame señor, qué monería de correa para el perro».
Si se hacen las cosas bien, vas a comprar esa correa. Pero solo si tienes perro.
Es decir, que las palabras poderosas pueden venderte cosas, siempre y cuando tú te dejes. Porque por más bonito que te parezca el señor que se toma una Coca-Cola a las once y media, si no te gusta la Coca-Cola, ya puede ser el Dios Apolo recién bajado del Olimpo que a ti no te venden ni una.
¿Y entonces?
Las palabras para vender deben ir dirigidas a tu público objetivo
Eso es lo que intento explicarte con el ejemplo anterior. Si quieres vender una correa de perro a quien no tiene ese tipo de mascota, te vas a frustrar mucho.
Tienes que entender a quién hablas. Igual que no utilizas las mismas palabras para un niño que para un jefe (aunque a veces dan ganas, lo sé), debes procurar lo mismo cuando escribes tus textos en anuncios, promociones e incluso en tus redes sociales.
Si todavía no sabes quién es ese público objetivo, te invito a que te pases por este artículo que escribí sobre el tema.
Ante la duda, usa un verbo
Está estudiado que el cerebro se emociona con todo tipo de palabras, pero tiene especial debilidad por los verbos.
A continuación te dejo un listado con las más interesantes a nivel neurológico dependiendo de la intención que tengas en tu texto; y como digo, si dudas, usa un verbo.
Para vender romántica
| Atraer | Atrever |
| Disfrutar | Enamorar |
| Encantar | Gozar |
| Inolvidable | Lujo |
| Placentero | Saborear |
| Sugerente | Vicio |
Ejemplos para crear urgencia y escasez
| Ahora | Quedan pocas unidades |
| Últimos ejemplares | Urgente |
Genera curiosidad
| Adivinar | Descubrir |
| Motivar | Sorprender |
Palabras que encienden deseos sea quien sea tu público y tu producto
| Apetecer | Conquistar |
| Creer | Cumplir |
| Desear | Deslumbrar |
| Emocionar | Fluir |
| Ganar | Iluminar |
| Imaginar | Impactar |
| Liberar | Lucir |
| Sentir | Triunfar |
| Vibrar | Vivir |
Concepto KISS
Es una casualidad que el nombre del concepto tenga tanto que ver con nuestro propio género. KISS no se refiere a un beso sino a la forma de utilizar nuestro marketing, «Keep It Simple, Stupid» (Hazlo simple, estúpido).
Teniendo en cuenta que la parte del cerebro que rige el deseo es como un niño pequeño caprichoso que prácticamente no piensa en las consecuencias de sus actos, lo mejor es que nuestra forma de comunicación sea lo más sencilla posible. Como es un niño, desconecta con lo complicado.
Y hasta aquí puedo escribir.
Espero que estas palabras para vender te ayuden a pulir tus textos.
Si quieres ahondar más en el tema, te aconsejo el libro de Rosa Morel (grandísima copywriter) titulado Neurocopywriting en el que te da las claves sobre este tema de una forma apasionante.
